Bellos puertos naturales del sureste de Mallorca
Mallorca, la mayor de las Islas Baleares, es una isla de contrastes, mar, montaña, campo… famosa internacionalmente por su impresionante costa, sus aguas turquesas, esmeraldas y sus encantadores pueblos costeros… Aunque la isla ofrece un sinfín de lugares de ensueño, la costa sureste te enamorará con sus cautivadoras calas, bellos acantilados y puertos naturales con mucha tradición y cultura. Desde siempre han sido refugio de los barcos que llegan a la isla, antiguamente por comercio con tierras africanas, francesas, italianas y base de la industria pesquera, actualmente muy mermada, pero todavía quedan algunos pescadores con barca tradicional que suministran ricos manjares a los restaurantes y lonjas locales. Han sido y siguen siendo inmejorables escenarios que simbolizan la esencia de la vida y cultura mediterráneas.
Con este post de blog queremos acompañarte a descubrir algunos de los puertos naturales más bellos del sureste de Mallorca. Te invitamos a sumergirte en un mundo de historia y belleza natural.
Portocolom – Bello puerto natural con playa
Portocolom es uno de los puertos naturales más grandes de Mallorca y un ejemplo perfecto de pueblo pesquero tradicional. Llamado así en honor a Cristóbal Colón, de quien algunos lugareños creen que nació aquí, Portocolom conserva gran parte de su patrimonio histórico. Te encantará su casco antiguo, con coloridas casas tradicionales y barracas de pescadores que bordean el mar. Las aguas tranquilas y cristalinas lo convierten en un lugar ideal para navegar a vela o practicar windsurf o pádel surf. Te recomendamos acercarte a una de sus playas y darte un chapuzón al atardecer. Portocolom ofrece una amplia oferta gastronómica, con algunos restaurantes de gran prestigio que ofrecen pescado y marisco fresco de la lonja. Disfruta de una comida o cena en una de sus terrazas con unas vistas idílicas sobre la bahía.
Cala Figuera - Encanto tradicional en un pueblo pesquero
Cala Figuera sigue siendo uno de los lugares más pintados y fotografiados del sureste de Mallorca. Esta pequeña y estrecha ensenada formada por dos pequeñas calas y rodeada de acantilados coronados por pinos y aroma a romero ha sido desde tiempos antiguos refugio de pintores y artistas. Las casas cuentan con unos escalones que bajan directamente al agua donde las barcas de pesca se mecen al ritmo del Mediterráneo. Cala Figuera no suele estar muy concurrida, a excepción de los meses de verano, cuando los viajeros curiosos la visitan en busca de la experiencia mallorquina más auténtica. Te recomendamos tomar un helado o refresco en una de sus terrazas con vistas espectaculares. También puedes comer en alguno de sus restaurantes, uno de los mejores está situado justo encima de la lonja. Desde allí disfrutarás del espectáculo que protagonizan los barcos de pesca y de recreo al entrar y salir del pequeño puerto. Puedes pasearte de una cala a otra por un bello paseo peatonal que bordea la costa.
Portopetro – Puerto con torre de defensa contra los piratas
Portopetro es un pequeño y encantador puerto que ofrece una mezcla de cultura tradicional mallorquina y comodidades modernas. El puerto alberga una gran cantidad de barcos tradicionales, que proporcionan un pintoresco telón de fondo para los restaurantes y cafés situados frente al mar. En su casco antiguo no te pierdas el paseo peatonal que bordea el mar frente a las casas más antiguas. Si el nivel del mar ha subido tal vez no puedas completar el paseo. Si te interesa la vela o el remo acércate a la escuela de su Real Club Náutico, ofrecen cursos para todos los niveles. Uno de sus alumnos es el campeón olímpico Marcus Cooper, al que desde Inturotel patrocinamos. Es fácil verle entrenar aquí durante sus épocas de descanso en Mallorca.
Portopetro es también una de las puertas de entrada al Parc Natural de Mondragó, parque natural de gran valor ecológico por sus playas vírgenes, humedales y la diversidad de su flora y fauna mediterránea.
Cala Llonga - El puerto escondido de Cala d’Or
Cala Llonga es una bahía que destaca por la configuración natural de su entrada, que protege los barcos de vientos y oleajes. Una entrada del mar tierra adentro, larga y estrecha que en los años 60 se dragó dando lugar al actual puerto deportivo, uno de los más grandes y exclusivos de la isla, pero también uno de los más seguros y por ello muy popular entre los propietarios de embarcaciones de lujo.
Cala Llonga ofrece una especial tranquilidad. La ensenada está rodeada de colinas cubiertas de pinos creando un impresionante anfiteatro natural. Las aguas tranquilas ofrecen unas condiciones excelentes para practicar stand up paddle, mientras que los alrededores son perfectos para practicar senderismo y pasear por la naturaleza. En la bocana se encuentra Es Fortí, fortificación militar construida en 1730, actualmente bello mirador abierto al público. Te recomendamos su visita al atardecer, te maravillarán las vistas a Cala d’Or, con su arquitectura blanca ibicenca de poca altura y la orografía de su costa con las montañas de la Serra Llonoga al fondo y el sol poniente bañándolo de oro.
La costa sureste de Mallorca es un tesoro de belleza natural, y sus puertos ofrecen experiencias únicas. Desde Inturotel te animamos a sumergirte en el estilo de vida mediterráneo más auténtico con una visita a Portocolom, Cala Figuera, Portopetro y Cala Llonga. Nuestro equipo de recepción estará encantado de ayudarte con los preparativos e indicarte las rutas más adecuadas. Te recomendamos que los visites a pie, en bicicleta o en transporte público y así minimizar tu huella de carbono.